Gajalakṣmī, Lakṣmī de los Elefantes

Gajalakshmi, Lakshmi de los elefantes

Śrī Lakṣmī ha sido reverenciada por budistas, jainas e hinduistas desde hace más de 2,500 años. En un texto védico conocido como Śrī Sūkta se le describe de la siguiente forma:

“Lakṣmī refulgente, que brilla con color dorado (hiraṇyavarṇā), con tintes áureos, ornamentada con guirnaldas de oro y plata, resplandeciente como la luna […] tiene el color del loto (padma) y reposa sobre un loto”.

Los nombres de la devī son por demás auspiciosos: Śrī quiere decir “belleza, luz, gloria, gracia”, mientras que Lakṣmī significa literalmente “fortuna, suerte, prosperidad”. Su asociación con el loto la vincula directamente con la prosperidad y fertilidad que las aguas simbolizan. Así, en todas sus representaciones la encontramos de pie o sentada sobre un loto abierto, y en algunas sostiene un loto en la mano derecha.

Una de sus formas más comunes y antiguas es la de Gajalakṣmī, o “Lakṣmī [consagrada] por elefantes”. La encontramos ya desde sus representaciones escultóricas más tempranas, probablemente las que se encuentran en un par de stūpas budistas del siglo 2 antes de la era común. Allí la vemos como una hermosa joven de cuerpo voluptuoso de pie o sentada sobre un loto. La flanquean dos elefantes que la bañan ritualmente sosteniendo dos jarrones con sus trompas, a la manera en que antiguamente se consagraba a los antiguos reyes en India.

Lakshmi
Gajalakṣmī, Lakṣmī de los Elefantes

La escena está llena de elementos de realeza y fertilidad: en la antigua India se creía que los elefantes blancos aseguraban la caída de las lluvias, y por lo tanto solamente los reyes podían poseerlos; al mismo tiempo, las nubes mismas se consideraban como elefantes celestes que con sus trompas hacían caer el agua sobre los campos de cultivo. Así, Śrī Lakṣmī es la fortuna del rey y por lo tanto del reino. Su presencia asegura la fertilidad de la tierra y la prosperidad de la gente.

Sin embargo, la benevolencia de Lakṣmī no está asegurada para nadie, y de hecho no tiene nada que ver con la “buena suerte” tal como comúnmente se entiende; en otras palabras, para los antiguos indios (jainas, budistas o hindúes) la buena fortuna no es un accidente sino el resultado del comportamiento correcto del individuo. Así, en un antiguo relato budista en pāḷi la misma Śrī Lakṣmī (llamada allí Sirī Lakkhī) afirma:

a

attanā kurute lakkhiṁ, alakkhiṁ kurut’attanā.

na hi lakkhiṁ alakkhiṁ vā, añño aññassa kārako”.

a“Uno construye su propia fortuna,

Su propio infortunio cada quien lo crea;

En verdad nadie puede ser artífice

De la fortuna ajena, mala o buena.”

a

Me parece que todos entendemos la importancia de que Śrī Lakṣmī nos acompañe. Los antiguos indios lo entendían muy bien, y no por nada la devī sigue siendo adorada y propiciada en casi todos los hogares hindúes, y también en ciertas tradiciones budistas y jainas actuales. A mi parecer la mejor forma de reverenciar a esta deidad es justamente a través de las virtudes que ella representa. Así, en vez de codiciar ávidamente riquezas materiales seamos generosos y obsequiemos a otros lo que necesitan; en vez de acumular seamos capaces de otorgar, igual que el cielo no acumula las aguas sino que las brinda generosamente a la tierra, permitiendo así que todo crezca.

Les comparto la traducción de un himno sánscrito de composición reciente que puede servir para cantar las alabanzas de la gloriosa Śrī Lakṣmī:

a

jaya jaya durgatināśini kāmini sarvaphalapradaśāstramaye

rathagajaturagapadādisamāvṛtaparijanamaṇḍitalokanute

hariharabrahmasupūjitasevitatāpanivāriṇi pādayute

jaya jaya he madhusūdanakāmini gajalakṣmirūpeṇa pālaya mām

a

¡Que seas victoriosa, oh amorosa destructora del infortunio,

Oh tú que estás compuesta de enseñanzas y otorgas todos los gozos!

Eres reverenciada por el mundo y estás adornada por un séquito,

rodeada por un ejército de carrozas, elefantes, caballos e infantería.

a

Tus pies protegen de la aflicción; eres atendida y

adorada por Hari (Viṣṇu), Hara (Śiva) y Brahmā.

¡Que seas victoriosa, oh amada de Madhusūdana (Viṣṇu),

protégeme con tu forma de Gajalakṣmī!

 

⊗⊕⊗⊕⊗⊕⊗⊕a

bhadraṃ te / “Que seas afortunado”

a

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